Hace exactamente un mes, conocimos asombrados, lo que en octubre del año pasado, el politólogo, Andrés Alberto Vásquez Moreno, más barranquillero que el Carnaval, le había revelado, en el Consulado de Colombia en Miami, E.U. a la Magistrada Cristina Lombana, de la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia. A él, como ex_xasesor de Piedad Córdoba, que fue durante más de 10 años, no le quedó de otra, que contar toda esa información que conoce como la palma de su mano, porque la acuciosa investigadora, se fue a buscarlo. Lo citó 3 veces y Vásquez, no fue; a la cuarta: lo conminó. Dió entonces, detalles de las relaciones cercanas y negocios millonarios entre Córdoba y sus hijos, con Alex Saab y las FARC. Para rematar, por esos mismos días, el asunto se remasteriza en la palestra pública a consecuencia de la “filtración”, revanchista y que a un mes de las históricas elecciones de este domingo 13, suelta desde Venezuela Aida Merlano. (Fíjense que con Alex, Aida y Andrés, la vaina está Triple A para nuestra cálida y alegre capital).
Andrés Vásquez, en su época de Juventudes Liberales.
El caso es que cuando se conocen los explosivos “guardados” que de primera mano, le tenía Vásquez a la ex Senadora, todos quedan con cara de interrogación, preguntándose ¿ y quién es el?
Se los voy a contar Claroclarito, con “pelos y señales” . Estos datos que siguen a continuación, los guardo hace algún tiempo, porque” testigos oculares” me los compartieron. Por ejemplo: que con mojarra, arroz de coco, patacón y ensalada de aguacate, Saab atendía a Piedad en la lujosa cocina de su mansión. Cada vez que iba a venir a la capital del Atlántico, ella hacía ese pedido gastronómico y él, se lo atendía. Mis informantes, quienes fueron a entregar un pedido de productos de aseo a las empleadas domésticas de Saab, alcanzaron a verlo acompañado de la exsenadora y de un venezolano: Diosdado Cabello.
Al grano pues: Vásquez nació y creció en el emblemático barrio El Prado, cerca del Country Club, en una familia de clase media alta. Estudió en el reconocido Colegio San José, donde siempre se destacó por su alto rendimiento académico. Por eso su ICFES fue excelente y lo aceptaron en la Universidad Javeriana, que como su “cole”, es de la comunidad jesuita. Sus inquietudes ideológicas innatas, lo llevaron _ sin ser aún bachiller_ a entrar a Jóvenes por La Paz. Cuando fue un profesional en Ciencias Políticas,
viajó a E. U. a estudiar inglés, pero el currambero no se amaño y al final, regresó a Bogotá.
Era muy crítico en sus épocas de estudiante, pero a la vez, inquieto por la tecnología. Visionario y adelantado, para su tiempo, Andrés Vásquez se atrevió a competir para ser representante estudiantil, utilizando el recurso digital (por eso en redes sociales es: @surepresentante). En 2005, lo eligieron para ser parte de las Juventudes Liberales, donde alcanzó la posición
de Secretario General.
Rompía el prototipo del
típico costeño, amigo de trago y vallenato. Era más bien serio y reservado, nada popular.
Para su primeros pasos en la política, jamás participó en debates, no daba la cara, pero siempre salía triunfante
a punta de la tecnología, del Internet. En ese entonces, únicamente había correo electrónico.
De hecho, el fundamento de su tesis: “Internet como herramienta de acción política”, se basa en principios de algunos analistas norteamericanos y europeos. Para esa época: comienzos de la década de los 2 mil, eso era como una vaina exótica; inusual, apartada de la fogosidad espontánea, que se supone debe tener un hombre Caribe.
Ahí ya la política latía fuertemente en sus venas, tanto como su valiente decisión de asumir su homosexualidad.
Recuerden la “publicidad negra” que por mails, Andrés Vásquez, le montó en 2008, al desaparecido Senador, José Name Teran, cuando fue candidato a la Gobernación del Atlántico. Justamente una denuncia penal en su contra, ante esa osadía, fue por lo que lo detuvieron en Cartagena, el día de su matrimonio, con el empresario paisa, con quien vive y atiende importante negocios en Miami. Allá lo fue a buscar en octubre del 21, la Magistrada Lombana.
De hecho, otro barranquillero abogado, activista político y líder LGBTI, es quien en Barranquilla, le presentó a Vásquez a la entonces liberal dirigente paisa. Se trata de Ricardo Montenegro Vásquez, quien también fungió por años como asesor y acompañante cercanísimo de la señora del turbante. Montenegro Vásquez, como los ex presidentes Álvaro Uribe y Andrés Pastrana, igualmente tuvo que ir a declarar y entregar pruebas en la Corte Suprema de Justicia.
Retomemos el hilo del tiempo: vino en 2008, la Operación Fénix en la frontera con el Ecuador, donde al abatido líder de las FARC, Raúl Reyes, le encuentran computadores con información precisa y secreta sobre Piedad Córdoba y donde se evidencia que es la “Teodora Bolívar”, que manipulaba secuestros y hacia negocios, primero con Hugo Chavez y después, con Nicolás Maduro y sus aliados, entre ellos Saab. Más adelante en 2010, Córdoba es destituida como parlamentaria, pero en 2016, el Consejo de Estado ordenó levantarle la sanción de 18 años y pagarle lo que había dejado de ganar: una suma cercana a los 2 mil millones de pesos. Vásquez y Montenegro, también demandaron de manera independiente , pero sus pretensiones, no fueron atendidas y no insistieron, porque además ya querían deslindarse de Piedad. Definitivamente “rompen palitos” con su otrora amiga y jefa, que porque confirmaron que su proyecto político e ideológico se había desviando y ninguno de los dos lo compartía. En otras palabras, se le “abrieron”. La historia sigue su curso: Alex Saab se convierte en personaje mundial por sus cruces corruptos y millonarios con el régimen venezolano. Aida Merlano reaparece desde el vecino país, donde está protegida después de su fuga y es protegida del poder madurista desde que se convirtió en prófuga.
La ahora candidata al Senado, está en medio del escándalo, ya no sólo por ser socia comisionista de Alex Saab, sino por ser consejera de la guerrilla fariana.
En consecuencia,
resultaba imposible para Vásquez y Montenegro, que la justicia los viera de soslayo; no podían ocultar su condición de confidentes y personas de confianza de Córdoba. Los llaman a
.”puyengue”, porque eran muy visibles públicamente con ella. Ambos tienen comprometedores correos, documentos y conversaciones en su memoria y sus archivos . Son los que ayer, publicó la Revista Semana y que vuelven a poner en la actualidad mediático a Andrés Vásquez, a solo una semana de las elecciones legislativas y de consultas internas. Es que esas 17 evidencias que el mulato politólogo, con pinta de modelo de vestidos de baño, aportó a la Corte, son contundentes y demoledoras. Muestran Claro clarito y por primera vez, que evidentemente Piedad Córdoba las Farc y Alex Saab, tejieron un entramado delincuencial que fue mucho mas allá de haberse visto, una vez en Caracas.