Un metaanálisis realizado por la Escuela Chan de Salud Pública y la Universidad de Purdue, con datos de 36 ensayos controlados aleatorios con 1.803 participantes, concluyó en que reemplazar las llamadas carnes rojas por proteína vegetal conduce a la disminución de los factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Los investigadores compararon la salud de personas que comían este tipo de carnes con el de personas que comían más de otros tipos de alimentos como pollo, pescado, carbohidratos, legumbres, soya o nueces, observando las concentraciones de colesterol, triglicéridos, lipoproteínas y la presión arterial.
Este es el primer metaanálisis que examina los efectos de la carne roja sobre la salud, al sustituirlo por otros tipos de alimentos, y todo indica que la reducción del consumo de estas carnes favorece a la salud, al menos para contrarrestar los riesgos de sufrir problemas cardiovasculares.
Se le llama carne roja a la derivada de mamíferos a la que presenta dicho color que se debe a la alta concentración de mioglobina, ya que suele superar el 1% mientras que en la carne blanca no alcanza el 0,5%. También hay quienes describen la carne roja como aquella derivada de mamíferos.
Otro punto en contra de los excesivamente carnívoros es que se calcula que cerca del 15% de las emisiones de gases de efecto invernadero proviene de la ganadería extensiva. Además, para obtener 1 kilogramo de carne de bovino, se requieren 15.000 litros de agua.
Edición: Gustavo Enrique Bossio Jiménez
Foto: imeoobesidad.com
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Gustavo Enrique Bossio Jiménez